23.8.12

56. Cielo Glamoroso

Cielo glamoroso. Días gloriosos. Así se define cada gota que se desliza por entre mis pómulos fríos, así se caricaturizan aquellos pasos inertes que doy de allá para acá y de allí para allá. Es innovador, -la lluvia me hace feliz en un modo extraño. Sonrío. Sigo caminando y mis pasos siguen siendo inertes, siguen siendo parte de aquél momento, de aquél agosto lluvioso, de aquellos días glamorosos de lluvia, sólo lluvia, sólo silencio, nada más que eso, sin extrañar el sol ni las hojas que caen.
No me detengo en ningún momento pese a tener ganas de hacerlo, no me paro en medio del centro a sentir el agua caer en una sola línea recta, quiero hacerlo, no quiero llegar a casa, sólo quiero silencio, no quiero palabras, no quiero miradas, no quiero ladridos, no quiero palabras. Me mojo. Mi chaqueta de gamuza está empapada, ya el color "vino" es más oscuro al igual que el paisaje, sólo veo luces danzar, sólo me veo a mí mismo caminando inerte, me veo a mí mismo pisando las posas de agua sin intentar evadirlas. Mis zapatos son grandes y no se inundan. Sonrío. Camino y camino. Pienso y camino, en realidad no pienso, sólo siento y siento que estoy solo en aquella calle húmeda, no me molesta, sólo no quiero llegar a casa. A veces la gente se humedece y se pudre, a veces siento que me he preocupado tanto por evadir la soledad que pensar en ella misma me reconforta, anhelarla me reconforta; quizás ella sea la única mejor compañía, yo mismo soy la mejor compañía y no me molesta, sólo camino inerte bajo la lluvia, ésta vez las personas pasan como luces en un semáforo; tan irrelevantemente coloridas, tan ridículamente alegóricas. Es avasallador, son avasalladores, pero no me molesta, sólo son gente, pienso que deberían disfrutar la lluvia y la soledad, no es tan malo después de todo sentir compasión por uno mismo, el ego nos mueve, el ego nos condiciona, sin ego no disfrutaría la lluvia, sin ego me preocuparía de las personas, sin ego no sería yo mismo, sin ego no usaría bigote. 
Hoy el Cielo Glamoroso se estanca tal y como me gusta, hoy no caen rosas rojas, sólo está gris e inerte, sólo está cubierto y húmedo en agosto. Hoy soy palabras, mañana seré nuevamente el chico del bigote, hoy soy todo lo que dicen de mi, ya que, sólo me compongo de palabras incoherentes y vacías, no me molesta, sólo camino bajo la lluvia tranquilo, nadie me conoce y espero que nadie logre hacerlo, estoy tan encerrado en mi amor por la lluvia que las palabras no llueven, sólo se deslizan y caen rápido, no son bonitas, ésta vez parecen rosas; son reales pero no viven más de un día, luego se dejan de lado.




¿En qué minuto dejó de importarme tan poco la gente?, ¿en qué momento del día comencé a amar más mi soledad que el deseo de evadir la realidad?. Ésta vez no sonrío, sólo disfruto la lluvia, sólo tatúo mi brazo marcando los recuerdos con una frase suicida. Muerte. Amor. Muerte otra vez. Ya no hay tanta lluvia que distraiga mis pensamientos ni tanto amor que se manifieste entre mis letras, no caen las suficientes partículas de perfume que pueda masticar, ya no hay tanto silencio pese a que eso es lo que necesito. Cielo Glamoroso.



Ya mis días son incontables. A veces pasan rápido y el otro se detiene, mientras que el siguiente o subsiguiente es fugaz y ligero. Un, dos, cinco, siete. Tres, seis. No hay orden, no hay sueños, no hay anhelos, sólo días en los que escapar es necesario, donde adornar mi pálido rostro con lluvia es más trascendente. Donde desarmar mi peinado "a lo James Dean" con el viento es más cautivador que el mismo hecho de hacerlo. Vuelvo para desear irme. No hay nada malo acá, la comida siempre está caliente y mi habitación con la neblina habitual. Mis pasos son más veloces pese a que no quiero seguir, sólo quiero detenerme, disfrutar la lluvia. La comida está caliente y me esperan. Yo sólo quiero caminar, yo sólo quiero desquebrajar mis ojos en silencio, contaminar mis pulmones y seguir, tal y como lo he hecho por meses, sin importarme nadie. Yo. Siempre yo. Sólo yo. 

¿En qué minuto la gente se volvió tan irrelevante?, ¿en qué minuto me volví tan desagradablemente solitario?. ¿Por qué perdí mi bigote?. 
Siempre habrán preguntas que no tienen respuestas, siempre habrán minutos en los que prefiero estar solo. Nunca hay que confiar en los muertos (experiencia propia), nadie debería hacerlo, el ego no lo permite. Nunca habrán silencios acompañados ni soledad triste. Mi bigote crecerá en algún momento y la herida de mi tatuaje sanará aunque su significado realmente diga lo contrario. Vida. Sonrío.
No estoy triste, no soy triste. No busco que me entiendan ni que me acompañen, sólo busco silencio. Sólo busco que las palabras de "Las Olas" (V.W) no me lleguen tanto. No estoy triste, sólo estoy muerto. Sólo camino bajo la lluvia en un día de agosto que no pasó tan de prisa, un día de agosto que no tuvo mucho que contar, un día de agosto húmedo bajo un Cielo Glamoroso.