The Hours
15.12.15
6.12.15
94. You're the storm
Este año fue una mierda. No suelo concluir tan precipitadamente aunque hoy siento la necesidad de hacerlo. Quemar las naves siempre fue la idea principal de éste año pero la tormenta me azotó tantas veces que, hasta hace poco, me acostumbré a estar en el piso. Estuve desangrándome por mucho tiempo, tanto así que incluso bajé de peso. Bueno, en verdad ésta entrada no es para dármelas de mártir y decir cuánto he sufrido estos doce meses porque hoy quiero escribir sobre lo antagónico.
Hace algunos días leí La Última Niebla, había olvidado cuánto amo ese cuento (y a Bombal), de seguro ustedes ya lo han leído (de lo contrario léanlo, por favor). La cosa es que me pasó algo onírico hace unos pocos días (por eso recordé el texto): Desperté junto a la persona que amo. Creo que no imaginan cuántas veces soñé con eso, el poseer a ese hombre en mis brazos, mirar esos ojos tristes que se abrían contentos y sus manos que reconocían sus huellas en mi cuerpo. Sentir su olor al besar su mejilla izquierda, ese perfume al que siempre he definido como "el olor de tu cuerpo", para después besar sus labios. Quizás me quedé impávido mirándolo, no hubo prisa alguna porque éramos libres atrapados entre las sábanas y mi almohada bacán.
Podría describir todos los segundos que recuerdo de ese momento. Quisiera hacerlo, en verdad, aunque prefiero atesorarlos y documentarlos en mi sonrisa. Happysad es el concepto que inventé para este momento; estoy muy feliz y aquello me hace brillar mucho. Ese mismo día, mi amigo me dijo (sin saber nada aún) que estaba particularmente lindo. No sé si me definiría con la palabra "lindo", pero es cierto que brillaba. Happysad es un núcleo interno con dos emociones antagónicas: por un lado estaba muy feliz (¿quién no?), desperté junto al amor de mi vida y sentí cosas que hace tanto, pero tanto no sentía. Al mismo tiempo entran las preguntas malditas... ¿Qué viene ahora? ¿Qué debo esperar? Etcétera.
Las respuestas son fáciles pero, lo cierto es, duelen un poco. Respondo con un simple "no sé", porque en verdad no sé nada. No me gusta estar Happysad, pero tampoco me gustan los extremos separados (happy/sad). Entonces, es apropiado afirmar que dicho nuevo estado viene a tranquilizar los errores del pasado, las prisas hormonales y la necesidad de construir las ruinas de un terremoto. Te amo mucho y "eres mi tormenta", eres un caos en mi vida, alguien que ha podido derribarme y al mismo tiempo elevarme y sé que también lo soy para ti. Que el haber despertado juntos sea la primera frase de "nuestra novela" y de la continuación de nuestro "viaje infinito".
Eres la tormenta en la que creo y eres la tormenta por la cual lucharé. Lo juro por mí, por los recuerdos de nuestros mejores años y por Dios.
Oh, esta sanando bang, bang, bang puedo oír la llamada de tus cañones
has estado apuntando hacia mi tierra
tu martillo hambriento se esta cayendo
Y si me quieres seré tu nación
Soy un ángel aburrido hasta el hartazgo
y tu eres un demonio que significa bondad
robas mis frases y me tratas como estupida
ven y levanta tu bandera sobre mí
Y si me quieres seré tu país
si me ganas lo seré por siempre
–Oh, yeah!
Porque eres la tormenta que
necesitaba
y toda esta paz ha sido engañosa
me gusta la dulce vida y el silencio
pero es en la tormenta en lo que creo
Ven y conquista y deja caer tus
bombas
cruza mis fronteras y mata a la calma
corre con tus colmillos y quema mis alas
oigo el canto de las balas
Y si me quieres seré tu nación
si me ganas lo seré para siempre
- Oh yeah!
Porque eres la tormenta que
necesitaba
y toda esta paz ha sido engañosa
necesito un poco de viento para navegar
así que es en la tormenta en lo que creo.
Llenas mi corazón, me mantienes respirando
Porque eres la tormenta en la que creo
Y si me quieres seré tu país.
Etiquetas:
"You're the storm",
Amor,
Avazar,
feliz,
Happysad,
Paz,
Quemar las Naves,
Revivir,
Sobrio.,
te amo,
The Cardigans,
Viaje Infinito,
Youtube
27.8.15
93. La noche
Bueno, la noche siempre es un espacio para pensar, tomarse un copete, prender un pucho e "irse a la cresta" un rato. A veces nos vemos reducidos a estar sentados (o tirados) en nuestro sofá, en la cama mirando al techo, o sentado en el comedor de tu casa con una luz prendida. En mi caso, el bunker en donde estoy es mi despacho. Sí, espero a que todos en casa se duerman o se vayan a sus piezas para luego sentarme en la silla de cuero que, vale recordar, era de papá cuando vivía aquí, luego de ello pongo música (específicamente Raphael) y prendo un cigarrillo. Hay veces en las que, como ahora, abro una o dos latas de cerveza y canto; no lo hago bien, pero me gusta desahogarme de esa forma.
¿A qué viene todo esto? Siento que todos mis escritos comienzan con "estoy ebrio", y sí, en la mayoría de los últimos escritos (desde hace 8 o 9 meses ya) he estado así. Nunca contextualizo más que la personificación de la pena que siento, o aquellos pensamientos que, cada día, me atormentan y destruyen poco a poco desde hace ya harto tiempo. Pero sí. Estoy en mi despacho, sentado en esa silla de cuero que ha presenciado tanto, la computadora que ha sido partícipe de mis peores derrotas y mejores triunfos; largas noches de estudio, trabajo, desahogo, pajas, conversaciones, cartas, lágrimas, risas a carcajadas, películas, series, etcétera. El escritorio da justo hacia la ventana, por lo que veo mi reflejo y a veces me da miedo. No soy temeroso con lo "sobrenatural" (las comillas van porque no sé cómo decirle), pero como he visto cosas que no entiendo, estas me parecen de lo más normal aunque de repente me tomen por sorpresa. Me gusta abrir la ventana para que me entre algo de frío, me gusta que salga el humo del cigarrillo por la ventana, o que entre el olor de la noche halada. Así estoy, aquí estoy.
La verdad es que no sé a quién escribirle, no sé porqué estoy escribiendo. Siento que cada día me deterioro más y que debo dejar algún registro de mi existencia cuando me vaya. Estoy tan cansado de gritar que el mismo silencio me atormenta, me siento solo. Sería injusto hablar de soledad infinita porque sé que no lo estoy, tengo tres grandes amigos que jamás me han dejado solo (Sc-Mi-Fr) a pesar de haber sido penca con los tres alguna vez. Mi familia también ha estado conmigo incondicionalmente de una u otra forma: Mi papá con aquellas conversaciones de auto en las que me sube el ánimo, las competencias de pool en las que cada vez me anima a ser mejor. Mi mamá con sus historias de natación que a veces me aburren, pero me enseñan demasiado y me encanta oírlas. Mis dos hermanas que por primera vez las siento crecer a medida de que avanzan en sus metas y cosas. Sería injusto decir que me siento solo, pero me siento solo como un traidor, "como tal vez se encuentre Dios" como diría Raphael, Solo en ese sentido.
Puedo decir con muchísima seguridad que no tengo qué envidiarle a ningún mino rico. Este último tiempo me ha demostrado que puedo tener al chico que yo quiera, el que elija es mío. Soy apuesto, lo sé, pero lo que más me importa es que sé que soy buena persona. Fr me dice que soy un ser maravilloso y que le apena saber que no me veo así, que daría todo para que yo fuese feliz, y que lo merezco. Asimismo, Sc y Mi me dicen que debo valorarme un poco más, avanzar, que no vale más la pena seguir mal. Hay veces en las que les encuentro razón, como otras en las que siento que no comprenden la espera a algo que quizás ya murió, que quizás merezco esto porque hay algo mejor después, o que simplemente todo esto me hará más fuerte. No lo sé, ya en varias ocasiones he dicho que ya no sé nada. Lo único que sé es que ésta ha sido la peor derrota y que aún no puedo ponerme de pie. Sé que me conformo con migajas, que soy una paloma hambrienta, pero esas migajas por algunas horas me hacen feliz, me dan esperanzas de que se convertirán en pan y que éste será un viaje infinito. ¿Soy muy tonto? ¿Este es mi destino?
Heme aquí, esperando nada pero queriendo todo. Mi despacho es el refugio de siempre, creo que debería poner mi cama aquí, pero eso le quitaría la magia de ser mi bunker de escape. Luego me iría a mi actual pieza a escapar. No. Está bien así como está, me gusta llorar aquí, me gusta embriagarme acá. Estoy tranquilo en este lugar, o al menos intento estarlo para luego irme en paz a mi cama; sin nada que gritarle a mi almohada. Eso haré ahora, me acostaré, sé que estará Amelie dormida (roncando). La abrazaré y dormiremos juntos. Al final del día ella es la única que me contiene, cuando, por ejemplo, le dije ayer que estaba mal me dio un besito, o cuando en la noche me pongo mal se mueve para apegarse a mí. No te me vayas nunca, Amelie.
30.7.15
92. Gracias...
A ti, que me lees anónimo.
A ti, que estuviste en buenas y malas, nuevas y trilladas.
A ti, que te sentí a mi lado siempre, a pesar de la distancia.
A ti, que con tu inocencia me enseñaste mucho.
A ti, que me motivó a avanzar.
A ti, que a través de tus ojos color cielo vi un futuro sin una nube negra sobre mí.
A ti, que trascendiste como persona, incluso hoy que ya nada parece trascender.
A ti, que en tan poco conoció gran parte de mí.
A ti, que fuiste el único que realmente le importó que quisiera dejar de fumar.
A ti, que me hizo sentir demasiado cercana su República lejana.
A ti, que a las 3:00 AM me emocionó hasta las lágrimas de alegría.
A ti, que he extrañado un montón.
A ti, que hice mucho daño sin querer:
Gracias. Perdón.
A ti, que esperabas que te escribiera algo aquí, pero ya ves, sólo las penas por historias trilladas, lamentablemente, tienen escenario acá. No ha cambiado nada desde que te marchaste, pero hoy te dedico esto porque me alegraste mucho con un mensaje que, por cobardía, no pude escribirlo primero.
Preller, gracias.
29.7.15
Se acabó la fiesta.
Etiquetas:
"Solo estoy conmigo",
cumbia,
triste,
Villa Cariño,
vino tinto.
25.7.15
91. ¿Cachai?
Es que ya no sé cómo decir[te] que me siento:
- Solo
- Inútil
- Irrelevante
- Imprescindible
- Intrascendente
- Innecesario
- No extrañado
- Poco valorado
- ¿Cómo se dice cuando no luchan por ti?
- No sé cuál es la palabra para "no mover ningún dedo"
- Que no quito el sueño
- Indeseado
- Fome
- Latero
- Sin tema
- Fome
- Latero
- Sin tema
- Poco atractivo
- El último en saber todo
- Tampoco sé expresar cómo se siente no ser parte de alguna prioridad.
- Triste ...
- Triste ...
... En fin.
¿Cachai cómo me siento? y si cachai, ¿por qué no hacís nada más que cachar que estoy así?
Como "dice el dicho": El que por mucho se ausenta...
22.7.15
90. Going Under
En estos últimos días he sentido que los minutos pasan súper rápido, onda, me levanto temprano, me tomo un café y prendo un cigarro. Comienzo una [otra] serie, veo una película, almuerzo y de pronto es la hora del té con mamá [o solo]. Entremedio de eso, imprimo y leo algunos artículos para mi tesis, reviso mi proyecto una vez más y juro todas las veces hay algo malo; lo arreglo. Ya, ese es el esquema de mi día. No tiene mayor trascendencia porque estoy de vacaciones y creo que me las merezco, porque me saqué la cresta este semestre [que, gracias a Dios, ya se fue], y este año ha sido particularmente horripilante [con buenas particularidades, obviamente]. Y creo que esto me hizo ser, o me convirtió en alguien banal, intrascendente y fome.
Creo que soy irrelevante, onda, alguien tan básicamente complejo y que "pido tanto al mundo o a los que me rodean", que ni yo mismo me entiendo a ratos. Continúo durante el día pensando y sintiendo aquello hasta que de pronto, lo único que ha provocado algo de orgullo en mí, me avisan de los resultados del proyecto de tesis. Juro que pasé semanas mal por aquello, creí que me había ido pésimo y jamás, a pesar de que mis dos amigos realmente cercanos me consolaron diciéndome todo el rato lo contrario, tuve otra certeza del fracaso. Me fue muy bien, demasiado bien de hecho. Y nuevamente volví a creer en mí. ¿Por qué únicamente creo en mí en el ámbito académico? ¿Por qué sólo mis metas se desplazan en mi vida en función de ello? ¿Cómo es posible no sentirme irrelevante en la realidad [fuera de dicho contexto]?
He crecido harto, he aprendido mucho y gracias a eso mis metas son aún más claras: el Laboratorio de Historia Colonial de la PUC, congresos, seminarios, diplomados, y el magister, entre otros. Sé que quiero eso porque me he esforzado harto, porque amo mi carrera y amo mi especialización dentro de ésta. Porque quiero ser tan grande como mis maestros. Esa película la tengo súper clara y no necesito más que continuar avanzando y creciendo. Pero ya, vamos a otras aristas también importantes de la vida. Estoy volviendo con él, ¿por qué? porque lo amo y porque aún siento que es el amor de mi vida. Bien, eso todos lo saben. Pero la verdad es que a algunas veces me siento fome con él. Sí, fome: un loco sin tema, a veces sumiso y por sobretodo vulnerable. De repente creo que soy como esas esposas que las golpean y defienden al marido argumentando con un "va a cambiar", "él me quiere". De hecho, así me sentía al final de la relación.
Es por eso que como, quizás, respuestas a las problemáticas que expuse líneas más arriba, puedo decir que eso es lo que me hace ser fome con él; respondo al carente estímulo amoroso que me entrega, al poco escenario que tengo dentro de su vida y al escaso interés por mis banalidades [admitámoslo, estoy de vacaciones y no estoy haciendo nada productivo en estos días]. Además de la priorización de gente basura antes que yo y la poca importancia a las constantes cosas que me dañan en relación a eso u otros asuntos. Asimismo, dentro del esquema de esos días monótonos me pregunto: ¿Vale la pena estar con alguien que sólo te hace sentir cada vez más going under?
Tomo mi café con cuatro cucharadas [sí, no sé por qué subí la dosis], prendo un Lucky y me doy cuenta de que así es cada día. Por un lado está él que me hace sentir innecesario; siempre hay algo mejor que un beso o un abrazo mío para pasar el mal rato. Siempre hay algo más entretenido que algún panorama que invento [pool, viajar, caminar, tomar un vino en la plaza, sexo, etcétera]. La verdad es que no estoy feliz. La verdad es que no sé si vale la pena, la verdad es que hay muchas más lágrimas y caras tristes que las mariposas que tengo cuando lo veo. Con esto no niego que lo amo y que es el amor de mi vida, pero en verdad, ¿cuánto lágrimas podemos soportar hasta ahogarnos? Creo no ser alguien tan difícil de entender; sólo quiero cariño, alguien que se preocupe de mí y deje que me preocupe también. Alguien que me deslumbre y que no huela la mierda ajena antes de oler sus zapatos.
Tomando en cuenta todo lo anterior, levanto mi caña de tequila con energética, seco mis lágrimas y canto "Happy Ending" de Avril, y me digo repetidamente: "todo estará bien...todo estará bien". Hay momentos en los que me pregunto si fue correcto el haber abandonado aquello que me alegraba, que me hacía sentir lleno de energías y perspectivas positivas, y que en algún momento creí que podría funcionar. Puede que sólo me lo pregunté por despecho, porque corté dicho "proyecto de relación" porque ya no sentía lo que debe sentirse. Sé que es injusto hacer la comparación, más aún en el estado en el que me encuentro, pero ya el tequila comienza a marearme y no estoy lúcido. No tengo mis anteojos puestos y lloro, veo mal y espero algo que no llegará. La vida me ha enseñado a conformarme con poco, con lo que pueden darme, con lo que puedo logar, con lo que puedo tener. ¿No es así?
Salud.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)