21.1.12

48. Human

El humano es lo menos humano si se da cuenta que quiere soñar porque no está dispuesto a volar, sólo está dispuesto a desaparecer en sí mismo y no dentro de la vida misma.
¿Quieres desaparecer y ser parte de la vida misma?. ¿Quieres sentirte completamente fuera de tí mismo sin dejar de ser parte de la maravillosa vida que nos rodea?. Te daré algunos consejos:

  1) Si sólo quieres relajarte no te desesperes porque la solución es muy simple; Primero mira  una luz blanca (una luz que no dañe tu mirar), luego recuéstate sobre tu asiento, sobre tu cama, sobre tu sofá, sobre tu colchón, en el piso, bajo un puente, sobre alguna superficie cómoda que tengas cerca o la que realmente tú sientas que es cómoda. Después de haber visto la luz por un rato no-tan-extenso cierra tus ojos y respira profundo... Inhala, exhala (sin abrir tus ojos en ningún momento). Cuando estés completamente relajado y con los ojos cerrados, tu mirada se pondrá completamente oscura y en ella verás manchitas claras, puntos por todas partes. Cuando sientas que ves esto no te desesperes porque no veas nada y te sientas un completo imbécil, sólo intenta imaginar que son estrellas. Quédate un buen rato mirando con los ojos cerrados y lograrás ver el cielo nocturno completamente despejado, verás muchas estrellas que girarán a tu alrededor o simplemente se quedarán estáticas junto a ti.

2) Si has tenido un pésimo día, si las voces del centro te saturan entre tanto blah-blah-blah, si el sudor no deja de caer por tu frente y estás a punto de explotar te tengo la solución. Sólo cierra tus ojos, bien cerrados y bien apretados, inhala y exhala una y otra vez en reiteradas veces hasta que logres calmar un poco esa casi crísis nerviosa o esa explosión a nivel Big Bang. Cuando ya te sientas levemente relajado (es casi imposible relajarse después de las situaciones que expuse) con tus manos  cubrirás por completo tus oidos, no escucharás nada, no oirás más a la señora que te ofrece calcetines a la moda o el mendigo que te pide monedas, no verás a los discapacitados tirados en el centro que te aterran ni oirás más opiniones de Piñera ni de la Concertación. Tampoco oirás los autos ni sentirás a los idiotas gritándole al celular en el centro (porque claro, no hablan). Cuando no escuches absolutamente nada y ya te hayas calmado lo suficiente de esa crísis de pánico que te inyecta el ojo y te provoca deseos asesinos... Oirás la playa, escucharás las olas romper en la arena, sentirás el sonido de ese viento fresco que te envuelve por completo en la playa, luego de la nada lograrás imaginarte en el mar, un fiel observador del vaiven de las olas, del vaiven del viento, de la rutina del agua mojar las costas. Cuando estés un buen rato en el mar será hora de que te des cuenta que estás tranquilo y calmado. A mi juicio es la mejor terapia (aunque no me gusta mucho el mar) ya que es la más efectiva contra los monstruos que llevamos dentro cuando queremos explotar.

Escucha el mar, ve las estrellas.

3) Cuando llegues a tu casa, te saques tus zapatos que por horas hacen palpitar a tus pies, cuando desabroches tu corbata o simplemente te saques esa camisa (o polera) sudada que se pega a tu cuerpo, siéntate. Bebe un vaso de agua bien helada. No, esa no es una solución. Lo que harás es sentarte en tu lugar favorito y prenderás tu ventilador, comenzarás a sentir esas frías brisas que limpian tus ojos de toda la contaminación de tu rutina. Ponte frente al ventilador y cierra los ojos, ponlo en máxima potencia y las brisas terminarán por envolverte en un mundo casi onírico al que necesitas llegar. Bien, ahora cuando tengas un tiempo razonable frente al ventilador inhala y exhala, también en reiteradas ocaciones (hey, todo esto sin abrir los ojos). Cuando estés completamente relajado te sentirás como viajando, te sentirás como escapando hacia ningún lugar al que quieres llegar, te sentirás como un niño sentado junto a la ventana que está abierta, sentirás que tu pelo se rebolotea con el viento y lograrás viajar a ninguna parte, lograrás sentirte como deseas.

No es muy difícil escapar, no es muy difícil darse cuenta que te tienes a ti mismo y puedes imaginarte cosas tan maravillosas con materiales que dispones desde siempre (excepto el ventilador, claro). Puedes ser humano si así lo quieres, puedes relajarte sin usar pastillas, puedes relajarte sin desahogarte con gente cercana a ti.

Asúmelo, eres grandioso porque eres persona y tú mismo puedes evitarte explotar.

8.1.12

47. Atentamente ... Yo.

El presente se queda viejo y el futuro aún no da a luz. Ya el último cigarrillo aún consume el presente, no tarda en acabarse bajo la noche profunda que oscurece cada minuto que pasa hasta que el séquito de las estrellas dance al compás del silencio.


Hoy la noche estuvo tranquila sin quebrantos dentro del ruido, la cama que era alumbrada por luz que provenía de la ventana se encontraba ordenada, los ángulos estaban perfectos dentro de las sábanas que calentaban a dos cuerpos fríos e inertes que juntos posaban sus partículas en la más discreta calma que pudiera haber tras haber cerrado los ojos masticando el perfume de cada uno, aquella boca que se llenó de ti ahora yace apagada, aquella boca que se llenó de mí, ronca sigiloso en mi pecho cobijando aquellos solitarios días en los que tan desesperadamente anhelé por aquella piel que protegía mis huesos del olvido, aquella piel que su perfume me enloquece completamente, aquella piel que me hace soñar el cielo en tu cara. 
Ya duermes y mastico las moléculas de esencia que dejaste entre mis labios, ahora descanso en el 'ahora' y más tarde querré nuevamente aquél ahora que se vivió en aquellos segundos, estoy seguro, estoy deseoso de verte a los ojos y reír sobre tu boca. Tocar tus dedos entre mis dedos mientras tu aliento penetra mi respiración. 
Te extrañaré, me iré a tierras desconocidas que sólo conozco entre mapas, me iré, conoceré el viento salado de otra ciudad, dejaré una huella en la arena mientras mis pies se bañan en la fría agua de alguna playa. Me iré a recorrer más caminos que el sol da a conocer con su luz, y estoy seguro que en todo y total júbilo estarás dentro de mis pensamientos.


Duerme. Sueña. Sonríe.


El presente se queda viejo y el futuro aún no da a luz, aún no. El primer cigarrillo de la mañana aún se consume dentro del presente, no tarda en acabarse para acortar los minutos que me quedan bajo el cielo de  ésta ciudad, se acabaron por hoy los momentos pero en nuestros sueños nos quedaremos en cada minuto que pase hasta que el séquito de las estrellas dance al compás de nuestros cuerpos.

7.1.12








El "Patrimonio Ferroviario" de EFE. "Las ruinas de la historia; Maestranza San Eugenio"

4.1.12

46. Nada

Ya no aguanto más la soledad que irradia por estos días, ya realmente me parece un sonido bastante molesto el silencio, el sonido monótono del inhalar y exhalar el humo del cigarrillo y el toser de mis pulmones negros. 
Creo que la gente es más ciega de lo que creí, creo que la gente es más inútil de lo que pensé. Ya en ésta ciudad a nadie le importa nadie ni  nada le importa nadie, no sé qué  pasó con la neblina de felicidad que cubría los momentos que eran reemplazados por esa neblina de smog que atrofiaba la mente de las personas y las transformaba en robots, bueno, cada día esa "neblina de felicidad" ya se dispersa con los fuertes rayos de sol y los robots se ven aún más brillantes con la luz del sol.

No sé qué pretendes, D., con un vaso de vodka cada noche, no sé qué quieres evadir alcoholizándote de tal manera que tengas que vomitar entre letras y frases tristes lo que estás sintiendo por dentro, gritar en silencio que te estás pudriendo y marchitando. No sé qué pretendes escribiéndole a la nada esperando nada a cambio (si sabes que nadie va a escucharte o leerte nunca), sólo obtienes el frío de la noche que relaja tus huesos y llama a lágrimas de desesperación, creo que ya tienes los ojos muy hinchados de tanto llorar las horas vacías.

No sé qué pretendo con esto, la verdad, quizás sólo desahogarme ya que nadie puede llegar a escucharme, el smog en sus cabezas es tan alto que el silencio abunda en sus oídos, un método suicida de escapar de todo sin abandonar nada, un instante autoreferente para sólo oír mi voz y escuchar aquellos pasos que deambulan por la casa, aquellos pasos que se sienten en la cocina y luego en mi habitación, pasos sigilosos y cautelosos, pasos silenciosos en busca de más alcohol al compás de la música de "Las Horas". 

La gente en esta ciudad se transforma en una ameba de mercurio, sólo ellos se pueden moldear a su antojo, sólo ellos saben lo que la felicidad significa tras un computador, un teléfono, un fax, y un billete. Las ideas son invasoras, los sentimientos atentan contra todo el paradigma establecido en su sistema económico, o lo que sea. No sé, no me importan, realmente. Pienso que únicamente soy feliz en mi campo, en mi ambiente, con mis ideas, siendo libre. Algún día necesitaré trabajar, lo sé, y aquí estaré para cuando eso llegue; feliz y preparado para no ser un vacío robot.