
Así fue como la oscilación de tu voz culminó en un frío silencio, un silencio que cubrió todo el letargo del segundo eterno creando una atmósfera vacía en tu boca, sólo tus ojos hablaban, tus ojos clamaban por una caricia que aún no regresaba; el viento se la llevó unos momentos.
Tu moreno rostro estaba paralizado y aburrido, quizás asqueado del humo del cigarrillo que emitía mi boca tal como chimenea de fábrica, pero esperabas el momento exacto, aquel momento en el que fuego herviría el agua, y no que el fuego apagase el agua. El humo seguía subiendo, se esparcía por el cuadrado rosado en el que estábamos situados, encerrados y se impregnaba en las paredes como tu perfume en ese cuello que beso cada mañana lentamente (hasta mis dedos se perfuman con aquella esencia materializada en tu cuerpo). Ese cuello que excita mis nervios, que me embriaga y me transforma en el perfecto asesino de tu humilde calor.
El instante llegó y la hora tardó, nuestros fríos cuerpos comenzaron a desnudarse para ocupar ese cómodo espacio en nuestra cama ahora tibia. La pared dio lugar en mi rostro y sentí tu espalda moverse al compás de la mía. Las luces se apagaron y entre bostezos besamos nuestros labios, despidiéndonos por última vez en un extenso letargo hasta el olvido del sueño. Te busqué entre mis sueños, recuerdos se plasmaron entre ellos y realmente no recuerdo nada más que rostros vacíos y aburridos.
El sol aún no salía y no saldrá hasta varias horas más, nosotros no lo veremos, sólo lo odiaremos.
El instante llegó y la hora tardó, nuestros fríos cuerpos comenzaron a desnudarse para ocupar ese cómodo espacio en nuestra cama ahora tibia. La pared dio lugar en mi rostro y sentí tu espalda moverse al compás de la mía. Las luces se apagaron y entre bostezos besamos nuestros labios, despidiéndonos por última vez en un extenso letargo hasta el olvido del sueño. Te busqué entre mis sueños, recuerdos se plasmaron entre ellos y realmente no recuerdo nada más que rostros vacíos y aburridos.
El sol aún no salía y no saldrá hasta varias horas más, nosotros no lo veremos, sólo lo odiaremos.
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